Hebron
Hebron es una de las ciudades más antiguas que ha estado habitada continuamente. Famosa por su cerámica y el vidrio soplado.
Se considera Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Calles estrechas, bazares y casas antiguas, un centro histórico que bien merece una visita.
La parte más antigua está dividida en H1 (control palestino) y H2 (control israelí), donde residen colonos judíos junto a miles de palestinos.
Es un punto del conflicto palestino-israelí debido a los asentamientos judíos en medio de la población palestina.
Lo más impactante es ver como los judíos viven en la parte superior de las viviendas, mientras los palestinos viven en la parte inferior. Lo cual ha provocado muchos problemas para los palestinos, ya que los judíos arrojan sus basuras desde arriba. Para evitarlo, los palestinos tuvieron que poner redes para que no les cayeran. Viendo la reacción, los judíos comenzaron a tirar líquidos con todo tipo de excrementos, agua sucia, lejía, etc. Se puede ver como muchos de los comercios están cubiertos con con estructuras de metal para evitar que caigan esos residuos.
Visitar Hebron es una pesadilla en una ciudad muy bonita.
Como en otras ocasiones tuvimos que cruzar un check point para visitar la mezquita de la Tumba de los Patriarcas donde esta enterrado Abraham.
Control férreo y espera de una hora para acceder a verla.
Tras la visita y pasar de nuevo por otro check point, nos acercamos a ver a la mujer de un activista quien murió asfixiado por gases lacrimógenos.
Tras pasar el control y antes de llegar a su hogar nos encontramos con un escenario apocalíptico, calles completamente vacías, en las que tan solo nos cruzamos con 20 militares quienes nos miraban desafiantes y nos hablaban con mal tono. Comenzaron a grabarnos y continuamos nuestro camino.
Con Nisyeen pasamos un buen rato en el cual nos mostró los cuadros tan bonitos que hacia, su vida desde hace 2 años y la de su hijos.nos comentó la gran labor que hacía su marido quien había muerto asfixiado sin que ninguna ambulancia hubiera podido llegar a su rescate.
Nisyeen nos comentó cómo estuvo 3 semanas sin poder comprar comida, como sus hijos tenían cortado el paso al colegio y como no les dejaban salir de casa.
A pesar de todo, no quieren abandonar sus casas, su tierra.
El aguantar la ocupación es duro, pero abandonar sus tierras no entra en sus ideas.
Su hija contaba tan normal que quiere ser abogada y que no cambiara nada por su tierra.
Desde el 1948 tienen claro que resistir es existir.
Nos sacaron naranjas, una tarta, te… nosotros nos mirábamos con cara de culpabilidad al cogerles su comida. Pero no cogerla sería una falta de respeto y de cariño.
Es difícil entender todo y menos si no estas aquí.
Nos traslado este mensaje:
Nosotros queremos libertad, queremos vivir en paz y queremos gente que esté con nosotros para conseguir el final de la ocupación.
Palestina es un país muy bonito tanto por su patrimonio como por su gente.
Yo os animo a que lo visitéis y conozcáis a esta gente que te dan lo que no tienen.