En 1948 tuvo lugar la primera Nakba, catástrofe en palestino, en la que 700.000 palestinos fueron despoblados de sus casas y desplazados de sus tierras. Uno de los símbolos de Palestina es una llave, la cual hace referencia a la posibilidad de poder volver algún día a las casas que les robaron.
Miles de estos desplazados se asentaron en Dheisheh, lugar donde se creo un campo de refugiados, como los que vemos ahora, lleno de tiendas de campañas para poder acoger a todas las personas que llegaron desde diferentes partes del norte de Palestina.
Tras varios años intentando volver a sus casas y al ver que ninguna de las resoluciones de la ONU las acataban desde Israel, los refugiados decidieron comenzar a construir casas con sus propias manos, sin tener ninguna idea de ello.
En medio kilómetro cuadrado se juntaron 17.000 personas donde crearon una comunidad solidaria, combativa y ejemplar.
Y en este campo de refugiados es donde estamos quedándonos y donde nos están tratando de una forma muy cercana.
Si algo han aprendido los residentes de este campo en estos años, es que la libertad es un balance entre la cabeza y el corazón. En el momento que se descompensa pierden.
Algo sorprendente en este campo de refugiados, es ver que a pesar de todo el sufrimiento que pasaron, han pasado y que saben que pasarán, nadie les quita las ganas de reír y de ser buenas personas.
La formación de la gente es algo que han cuidado y fundamental en Dheisheh. El 70% de su población tiene estudios universitarios. La educación es fundamental para poder luchar, para poder cuidarse, para que no les puedan engañar, para no ser sumisos y conformistas con la realidad que les toca vivir.
El campo tiene un colegio y hospital hecho por la ONG UNRWA. El hospital está prácticamente vacío, sin médico y cierra pronto por la tarde.
Cuando hay problemas graves de atención médica solo les queda la opción de una pequeña clínica local del campo. Tanto esta como la farmacia cercana, siempre está disponible las 24 horas del días.
Los vecinos se quejan como las ayudas internacionales acaban en manos de unos pocos quienes se lucran y a ls que se les puede ver con cochazos.
El tema del agua y la electricidad de sus casas, depende de los israelíes, quienes deciden cuando hay agua y/o luz. Por lo general cada 30 días tienen 48 horas para abastecerse hasta el siguiente mes. Y por esto puedes ver como todos los tejados están llenos de tanques los que llenarán cuando sea posible qy así organizarse hasta la siguiente vez.
Tanto el agua como la luz es utilizado por los israelíes como arma de guerra y sobretodo de control. Cuando van hacer una incursión cortan las luces para asustar y tratar de evitar la organización de los palestinos.
Por casi todas las paredes del campo, se pueden ver pintadas de mártires. Sorprende muchísimo como la mayoría son niños con edades desde los 15 a los 18.
Hablando con nuestros “amigos” palestinos, conocí a Youseff, quien me contó que le encanta el futbol. Pero me contaba con naturalidad como si de un arañazo se tratase, que ya no podía jugarlo porque los soldados le dispararon 3 veces en la rodilla.
Y es que esta fue una estrategia de los sionistas para hacer daños a la niños y no matarlos.
Durante un tiempo muchos niños de la zona estuvieron cojos, aunque algunos no tuvieron esa suerte y acabaron asesinados.
Hablando con nuestros “amigos” palestinos, conocí a Youseff, quien me decía que le encanta el futbol. Pero también me contaba con naturalidad como si de un arañazo se tratase, que ya no podía jugarlo porque los soldados le dispararon 3 veces en la rodilla.
Y es que esta fue una estrategia de los sionistas para hacer daños a la niños y no matarlos.
Durante un tiempo muchos niños de la zona estuvieron cojos, aunque algunos no tuvieron esa suerte y acabaron asesinados.
Visitamos a una familia quienes nos contaron como habían perdido a su hijo Omar de 21 años. El asesinato ocurrió en 2023… Al hermano de Omar se lo estaba llevando el IDF, ejército israelí. Omar fue corriendo a ver que pasaba con su hermano y sin mediar palabra, los soldados israelíes le acribillaron con 7 tiros en el pecho. Omar murió asesinado con total impunidad , el hermano fue a la cárcel y se quedó su familia destrozada como una de tantas de las que hay en Palestina.
El secuestro de jóvenes palestinos es algo que aunque parezca extraño, es lo que tienen que vivir los jovenes de esta bonita pero desgraciada tierra.
Cuando el ejército aparece, los jovenes se organizan para parar estas desproporcionadas incursiones.
Como ya he contado, todo el campo de refugiados esta lleno de pintadas con mensajes de resistencia o recuerdos a los asesinados.
Voy a acabar con algo positivo. Los palestinos nos tratan con mucho cariño, respeto. Saben todo el seguimiento y apoyo que les estamos dando desde España y se alegran cuando te preguntan y saben de dónde venimos.
A pese de que apenas hay turistas, se puede considerar seguro pasear mientras no se produzca ninguna incursión sionista.
Desde el 2023 se han cerrado más de 400 hoteles, os invito a conocer esta tierra.
الحرية لفلسطين